Fue la fiesta del Día del Patrimonio que hizo justicia a las anteriores, por la alta convocatoria que generó entre los vecinos que desde las 10 de la mañana y hasta pasadas las dos de la tarde, se hicieron presentes en la antigua estación de ferrocarriles, la que lucía como en sus mejores tiempos: acompañada de los bulnenses que viajaban, los que iban a despedir a un familiar o los que esperaban la llegada de otro.
Fue un encuentro de vecinos donde todos hicieron recuerdos de esa época dorada del ferrocarril y en que todo se hacía a través de los trenes y de esa hoy vieja estación donde a veces se esperaba mucho tiempo la llegada del tren.
La organización a cargo de la Cámara de Turismo de Bulnes fue sobrepasada en su estimación, sin embargo salvaron todos los obstáculos y se cumplió el programa a cabalidad, con darle la pasada al tren y también degustar unas ricas sopaipillas y navegado caliente, especiales para la fría mañana que aguantó el agua hasta la finalización.
Los folcloristas Jorge Fuentealba y Patricio Bastías amenizaron la jornada con hermosas canciones y también algunos pies de cueca que fueron bailadas por entaquillados huasos con sus chinas y también algunos asistentes.
El paso del tren fue memorable. El originalmente previsto para las diez y media quedó en panne, por lo que se tuvo que esperarlo hasta minutos antes de la una de la tarde por centenares de vecinos que se ubicaron a orillas del andén, lo vitorearon y disfrutaron de un par de minutos arraigados en la memoria colectiva de los mas antiguos, pero nueva para los más jóvenes, especialmente para los niños.
En la edición de mañana más fotos y notas.