HIJOS VISITARON A SUS MADRES EN EL CEMENTERIO
Durante los días sábado y domingo los bulnenses se volcaron en masa al cementerio a visitar a sus madres en su día.
Todos, de una forma u otra, se dieron el tiempo de visitar a quién les dio el ser y que por cosas de la vida ya no se encuentran entre ellos, adornaron sus tumbas con las mas hermosas flores y rezaron por su descanso eterno.
Familias, hijos, matrimonios y familiares dijeron madre estoy presente en tu día y no sabes cuanto te extraño y lo que daría para tenerte nuevamente a mi lado.
El cementerio abrió temprano sus puertas y los puestos de flores habían aumentado y la gran cantidad de vehículos estacionados en las afueras, semejaba el día de todos los santos.
EN APENAS UNA SEMANA SE CONQUISTÓ EL CORAZÓN DE LOS BULNENSES
Habíamos escuchado mucho sobre el Padre Pedro Bujok, un Sacerdote de la orden del Verbo Divino, de nacionalidad Polaca y con más de treinta años en Chile ejerciendo el sacerdocio, sabedor de la realidad nacional en todas sus formas porque ha recorrido Chile en su labor.
Para ello asistimos a la Misa del domingo en la tarde, esa Misa donde concurren menos fieles, lo que nos daría la posibilidad de ver mejor lo que ocurría.
Y en realidad comprobamos que se trata de un Sacerdote muy amable, cariñoso y cercano con la palabra justa en el momento preciso, lo que hace que la gente sienta que su palabra, además de encerrar las enseñanzas de Dios, es la de un amigo que lo entiende y le entrega el aliento necesario para solucionar su problema.
La prédica estuvo centrada en el Día de la Madre y fue hecha con palabras tan sabias y hermosas, que muchos de los fieles vieron resbalar lágrimas por sus mejillas recordando a la madre ausente o a la que se tiene en la casa y que desde anoche tendrá otro trato de parte de sus hijos.
A la salida de la Misa, la gente se le acercaba para saludarlo y darle las gracias, ocasión en que una fiel le dijo que no había sido madre, a lo que él la abrazó y le dijo "yo soy tu hijo a contar de ahora". Otra fiel le dijo que se llamaba Margarita y él emocionado le respondió que así se llamaba su madre. O aquella que le dijo que no había sido madre pero que tenía muchos sobrinos a los que quería como hijos y le respondió que tenía una tía que se preocupaba de él y sus hermanos como si fueran hijos.
Así es este Sacerdote recién llegado a Bulnes que dice haber conocido al Papa Juan Pablo segundo en Polonia y que guarda muy buenos recuerdos de él y al que estaremos viendo en el día a día de la ciudad.